Un día de primavera en el parque, la alegría y las risas de los niños se escuchaban por todos los lados.
El parque, como todos, tenía columpios, toboganes, una fuente con un lago lleno de patos y los jardines llenos de flores. Pero lo que más destacaba era un viejo columpio oxidado que, generación tras generación, era el más solicitado en los juegos.
Así pasaba primavera tras primavera. Un día, cuando había llegado el invierno y los niños ya estaban en sus casas por el frío, el viejo columpio oxidado empezó a balancearse solo. Lo curioso es que siempre empezaba a la misma hora, a las doce de la mañana y así un día tras otro.
Entonces decidí acercarme para ver quién podría mover el viejo columpio oxidado. Pude comprobar que una ardilla vivía en un árbol que estaba junto al columpio. Era la ardilla quien, felizmente, se columpiaba cuando los niños estaban pasando el invierno en casa.
Álvaro Tejero 1 ESO D
Es una historia muy original ,me encanta el estilo que le has dado.¡ERES UN FENÓMENO!
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